Cruz de Mayo, tradición popular

Texto y foto: Ernesto Morales

Al ritmo de galerones, fulías y tonos de velorio, durante el mes de mayo se celebran los “Velorios de Cruz”, que en este caso no tienen sentido mortuorio, sino todo lo contrario, significa festividad, que se celebra en una casa o sitio comunal. En ella se erige un altar para la cruz, la cual es adornada con flores, cintas, velas y conchas marinas.

En algunos Estados centrales y llaneros se entonan tonos de velorio. El galerón, la jota, el punto y la malagueña, se cantan, sobre todo, en los Estado orientales. Es bueno señalar que existen cantos de fulía orientales, en los Estado Sucre y Anzoátegui, y cantos de fulía en Barlovento y el Estado Guárico.

En Falcón, los cantores de la Sierra, cantan a la Cruz. En estas celebraciones, el baile necesariamente no está presente, y cuando lo está, la cruz se cubre o se guarda. Se danza al ritmo del joropo o del tambor, según la zona.

Se nota el sincretismo de creencias venidas de otros lares, con las propias de nuestros aborígenes, dándole a la Cruz el rol de “madero sagrado”, árbol de la vida, de las flores, de los frutos; por ello dentro del ritual que se realiza, en honor a la Cruz, se pide la lluvia para los campos, se agradece y se da la bienvenida a la época de las buenas cosechas, y se rinde homenaje a la madre naturaleza.